Ella-Fantasma
- historiasamalgama
- 6 oct 2019
- 2 Min. de lectura

El fantasma aparece después de una noche de lluvia, fresca, rara para el norte de ese país. Se mueve entre los árboles con una escoba de paja y a las 4 de la mañana barre los patios cual generaciones de mujeres lo han hecho por años, antes de salir el sol y como bienvenida al día. Durante el día se desliza sin hacer ningún ruido, a nadie asusta pues los provincianos saben que es mejor que sea un fantasma a uno de los uniformados que patrullaban las noches y obligaban a esconderse y a rezar, hace ya muchos años. La señora Sonia, que vive en esa casa, apenas se está recuperando de enfermedades que le hicieron perder la razón, y justo en ese momento necesitaba ayuda con los oficios de la casa y compañía para no volverse más loca, como dicen por ahí. Ella aprendió a ser silenciosa, casi imperceptible para quiénes estábamos cerca, su compañía no hace ruido, pero sí causa curiosidad, pues el fantasma en realidad es ella, tiene 14 y una familia grande de hermanos, arhuacos que bajaron de las montañas y se asentaron en el pueblo.
Además de trabajar va al colegio, ese que quiere dejar porque empezó a ver billetes que le ofrecen más a ella y a su familia que lo que poco a poco va aprendiendo y asumo yo que también porque la rutina es agotadora y las madrugadas le pesan. Yo la miro y pienso en todas las tardes que tuve solo para jugar a la salida del colegio, en las visitas a casa de mis amigas, en los programas de televisión infantiles, en mis juguetes preciados y en mis quejas por tener que ir al colegio. Quisiera decirle que ser niño es divertido, que no hay responsabilidades, pero ella ya las tiene, que no debe trabajar pues sus papás se harán cargo, pero lo que ellos ganan no es suficiente, que lo mejor de salir del colegio es llegar a casa con tu familia, pero ella vive con una extraña que hace que se bañe en el río y con totuma. Ella quiere solamente quedarse en su casa, en la de verdad, jugando, y yo quiero decirle que puede, que debe, que es lo único que debería estar haciendo a su edad, que lo disfrute pues pronto no le encontrará sentido, pronto pocas cosas como esa la harán tan feliz, pero en cambio solo la observo mientras sale y entra de la casa cerrando la cerca de palos y le sonrío, aunque ella me mire con recelo y no quiera que la vea más.
Comments